Pendientes Piercing Plata Pequeños Circonita 2 mm Promojoya 9110897

Piercing Elaborado en Plata 925 milesimas. Elige varios tamaños y pontelos.

Perfectos para combinarlos con otros pendientes o Piercing.

Carbono puro

Distribuidor Oficial de la marca Promojoya.

El producto ha sido verificado por los canales de distribución oficiales, proporcionando una garantía de máxima calidad.

Se incluye estuche oficial de la marca y certificado de garantía.

Si lo desea, podemos enviar su joya envuelta y añadir una tarjeta de felicitación con el texto que usted nos indique.

La plata en joyería

Este metal siempre ha tenido, mucha importancia, lo convierten en un metal ideal para realizar joyas.

Los egipcios, lo consideraban el metal más sagrado y valioso, incluso más que el oro.

Las personas más ricas o de clases sociales más altas solían llevar joyas de plata, tales como anillos o collares.

Las monedas estaban hechas de plata, no de oro, y los dioses eran representados con esculturas de plata y lapislázuli.

Es un metal noble, lo que significa que no se puede oxidar al entrar en contacto con el oxígeno. Lo único que le puede suceder es que pierda el brillo y adopte una tonalidad más oscura, lo cual se solucionará enjabonando la pieza y secándola esmeradamente.

Es un metal muy dúctil y maleable, lo que permite que se estire en hilos muy finos y láminas muy delicadas y, por ende, se pueden crear joyas muy delicadas y originales.

Posee una alta reflectividad, lo que le aporta ese brillo tan bonito y elegante que podemos apreciar en las joyas.

Otra de las curiosidades es que la plata de ley, que es la más pura, 925 milésimas de plata y solo unas 25 milésimas de otros metales.

La plata para preservar el buen estado de los alimentos

¿Sabías que la plata en pequeñas cantidades, así como los antibióticos, es capaz de matar bacterias?

Por este motivo, se ha utilizado como recurso para evitar que la comida o la bebida se estropeasen.

Los fenicios, usaban recipientes de plata para mantener los alimentos en buen estado.

Los pioneros estadounidenses utilizaban una moneda de plata que colocaban dentro de las jarras de leche para evitar que se agriarse.