Los diamantes son joyas ancestrales, pasan de generación en generación y nunca pasan de moda.
Hoy os presento un aderezo compuesto por una sortija y unos pendientes elaborados en oro blanco y diamantes.
La sortija posee un total de 36 diamantes en talla brillante, cuya suma asciende a 1 quilate.
Los pendientes con 72 diamantes en talla brillante, cuya suma asciende a 2 quilates.
Como curiosidad os diré:
Los diamantes se forman entre 120-200 km de profundidad de la superficie terrestre.
Se estima que la época de formación oscila entre los 2.500 millones y 45 millones de años, los más recientes.
El carbono que forma los diamantes, es el resultado del fundido de las rocas preexistentes en la capa del manto superior de la Tierra, ya que existe una abundancia de átomos de carbono en esta capa terrestre. Si las condiciones de presión y temperatura son las adecuadas, los átomos de carbono se enlazan fuertemente “enlace covalente” y le proporcionan una dureza extrema, por este motivo al diamante los griegos lo denominaron “Adamas” que significa indestructible.